Por Bolívar Bravo Arauz para El Comercio
Cuando recién apareció el diario El Comercio, en enero de 1906, anunciaban y vendían los pocos números del diario, a caballo, en la pequeña ciudad de Quito. Era en los comienzos de siglo.
Los nombres de tres voceadores, los primeros se han hecho célebres y memorables en esta franciscana ciudad. Ellos son Carlos Pontón, Fernando Gijón y Benjamín Cubero.
Carlos Pontón empezó vendiendo el periódico La Fronda. Luego continúa en el diario El Comercio, de los señores Mantilla. Era el periódico hablado en las esquinas. Se le conocía como el tuerto Pontón, y quienes le conocieron manifestaban que tenía una memoria prodigiosa. En aquel entonces, imitaron a Pontón los nuevos voceadores que eran los hermanos Troncoso, Vidal Viteri y Manuel Rodríguez.
En 1907 salió el periódico La Dentadura, de oposición al general Eloy Alfaro, presidente de la República. Dirigía el periódico Eduardo Mera, notable escritor y hijo de Juan León, el autor de Cumandá y de la letra del Himno Nacional. Pregonaba las noticias con gracia, Pontón, acrecentando así la venta del periódico. Por esta razón, el Intendente de Policía de Pichincha, Horacio Estévez, ordenó la prisión de Pontón, encerrándolo en el penal García Moreno. Sabedor el general Alfaro, ofició de inmediato al Intendente de Policía para que le ponga en libertad a Pontón.
En 1911, fue apresado nuevamente por vender el periódico Fray Gerundio, cuyo director era el Dr. Vicente Nieto y El Ecuatoriano. Nuevamente, ordenó su libertad el general Alfaro.
En 1915, fue apresado por vender los periódicos El Quiteño, El Republicano, editados por Miguel Ángel Endara y Manuel Sotomayor y Luna. En 1923, fue privado de la libertad por vender el periódico Humanidad, en pro de la candidatura presidencial del coronel Juan Manuel Lasso Ascázubi. De 1914 a 1918, Pontón vendía el periódico, dando a conocer, en resumen y en alta voz, los sucesos de la Primera Guerra Mundial.
Carlos Pontón contrajo matrimonio con la señorita Mariana Aulestia y tuvo varios hijos.
En 1916, recibió la autorización del Consejo Municipal para que instale su puesto de ventas de periódicos y revistas en la esquina del portal de Salinas en las calles Chile y Venezuela. Desapareció del puesto cuando se derrocó la casa esquinera para la construcción de la Casa Municipal. En esta casa esquinera funcionaba el Banco de Abasto desaparecido. En 1916 era presidente del Consejo Municipal Enrique Freile Z. y vicepresidente Juan Francisco Game.
Integraban el Consejo ambulatorio: Modesto Larrea Gijón, Alejandro Calisto, Víctor Mena, Francisco Cousin, Dr. Pablo A. Vásconez y secretario, Juan Bautista Castrillón. Todos asiduos lectores de diario El Comercio.
Pontón tenía como vecina a la millonaria señorita Leonor Heredia, de quien contaba que almorzaba en la trastienda. La señorita Heredia y su hermana dejaron varios millones, varias casas y especialmente los terrenos donde hoy se levanta el Hospital Militar, el Instituto Geográfico Militar, la Escuela Politécnica del Ejército, la Universidad Católica, el Palacio de Deportes, la Escuela Politécnica, el Colegio Spellman.
El Concejo Municipal de Quito premió su esfuerzo otorgándole Premio Constancia y Medalla de Oro.
Fernando Jijón
El otro antiguo vendedor de periódicos, vendedor de loterías es Fernando Gijón. Nació en Quito, en 1888, en la Presidencia de don José María Plácido y Camaño. En 1910, se instaló en el arco del Portal Arzobispal, delante de la librería de Roberto Cruz. Fue también llevado a la cárcel varias veces por vender periódicos de oposición al gobierno. Tan sólo recordaba que recibió una ocasión buen trato por el director del penal, coronel Delfín Orellana.
En cuanto a los periodistas, se los ultrajaba, se les daba palo, se empastelaban las imprentas y sus directores eran desterrados o llevados al penal. Así se callaba la voz de la prensa libre. Fue premiado y condecorado durante la alcaldía del Dr. José Ricardo Chiriboga Villagómez. Jijón se postró, pues perdió la vista y quedó ciego. Iba acompañado por su buena esposa, la señora Victoria Vela, quien hacía de lazarillo.
Benjamín Cubero
Forma la trilogía de los voceadores de las tres esquinas de la Plaza de la Independencia. Durante 48 años, Cubero vendió periódicos y sirvió a la ciudad. Su puesto de venta estaba situado en la esquina de La Concepción, junto al puesto de venta de almacén de Don Enrique Woolson y en la García Moreno, el almacén de Don Juan J. Pazmiño (padre).
El puesto de venta de periódicos y revistas de Cubero, de cigarrillos y fósforos, desapareció al efectuar la remodelación para dar cabida al Hotel Majestic, que posteriormente fue adquirido por la Mutualista Pichincha.
Cabe anotar que, en 1915 un hermano de Cubero, con Manuel Vásconez, Eloy Erazo y Juan Recalde, iniciaron el trabajo de betunería en una en una de las tiendas del Palacio de Gobierno y fundaron la Sociedad de Betuneros de Pichincha, dirigida por un señor Alburquerque. Luego se les señaló que ocuparán los arcos de los portales.
En 1920, se fundó la Sociedad de Voceadores. Estas sociedades eran controladas por los comisarios nacionales.
Benjamín Cubero fue también premiado por el Concejo Municipal de Quito. Por su trabajo, enfermó lo mismo que su señora y ambos fallecieron.
Fotografía: Internet.
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