Celebración del centenario de la Batalla de Pichincha
Por Bolívar Bravo Arauz para El Comercio
Para celebrar dignamente el primer centenario de la Batalla de Pichincha, el Congreso de 1919 dictó un decreto por el cual se establecía una Junta del Centenario. Esta se integró el 2 de enero de 1920.
La Junta del Centenario consideró que las obras de mayor urgencia en las que debía emprender eran la canalización y pavimentación de la ciudad.
Para los trabajos de canalización y alcantarillado, habían efectuado estudios la extinguida Junta del Agua Potable de Quito, el Ministerio de Obras Públicas y el Municipio de Quito. La Junta creyó conveniente aprobar el estudio del ingeniero W. Schoeter.
El 25 de Agosto de 1921, se firmó el contrato, para la canalización de una sección de la ciudad, comprendida entre las calles Olmedo, Cuenca, Rocafuerte y Flores, incluyéndose además la canalización de la calle Guayaquil hasta la calle Elizalde y de la calle Maldonado hasta el puente sobre el río Machángara que debía estar terminado antes del 24 de mayo de 1922. A la misma fecha debía estar terminada la pavimentación de una sección de la ciudad. El valor del contrato de canalización fue de 390.843 sucres.
En 1921, se licitó la obra de pavimentación de la ciudad; a la licitación concurrieron el Ing. Manuel A. Navarro, quien presentó el sistema bitulitico y otras firmas que abogaban por la colocación de adoquines. Luego de un informe del ingeniero Ernesto Franco se aceptó y así el 21 de abril de 1921, se aceptó la propuesta del Ing. Navarro. Debía hacerse la pavimentación de la ciudad con hormigón asfáltico según el procedimiento de la casa Warren Bross Company firmándose la respectiva escritura.
Debía pavimentarse una superficie de 150 000 metros cuadrados. Se pagaría había 14 sucres por cada metro de pavimento, siendo por lo tanto el valor del contrato de dos millones, cien mil sucres, con la obligación de dejar toda la maquinaria y herramienta y más accesorios en beneficio de la junta. Además, el contratista garantizaba que el material y la mano de obra sería de la mejor clase y que, además, el contratista se obligaba a reparar cualquier desperfecto o daño durante el plazo de cinco años contados desde la fecha de entrega.
Es natural que hubo problemas en los trabajos como los referentes a las tuberías de agua potable y, sobre todo, por los rieles de los tranvías eléctricos que circulaban en la ciudad. Se consintió en la en la colocación de postes que obstruían las calles y aceras con peligro para los transeúntes y pasajeros de los tranvías. El contratista debía entregar 50.000 metros pavimentados antes del 24 de mayo del 1922.
La pavimentación debía cubrir las siguientes calles, reemplazando el antiguo empedrado: Avenida 24 de mayo entre las sección Imbabura y García Moreno; García Moreno entre 24 de Mayo y Olmedo; Venezuela entre Rocafuerte y Olmedo; Guayaquil de Rocafuerte a la Alameda; Maldonado entre Rocafuerte y puente sobre el Machángara; Rocafuerte entre García Moreno y Maldonado; Bolívar entre Cuenca y Flores; Sucre entre Cuenca y Guayaquil; Bolivia (hoy espejo) entre García Moreno y Flores; Chile entre Cuenca y Flores; Mejía entre García Moreno y Guayaquil; Olmedo entre García Moreno y Guayaquil; Flores entre Rocafuerte y Chile; Plaza de Santo Domingo entre Rocafuerte y Chile y Cuenca entre Chile y Bolívar.
El Congreso de 1921 constituyó la junta con nuevos miembros.
Como obras a efectuar también se consideró la rectificación de la Avenida Colombia, para la regularidad y ensanche de la calle. Debía hacerse la expropiación de los terrenos necesarios, la construcción de una gradería que ponga en comunicación la calle Arenas con la Benalcázar.
Se consideró la realización de obras indispensables para el embellecimiento de la entrada sur de la ciudad mediante el ensanche de la carrera Maldonado, desde el puente del Machángara hasta el Parque Centenario, a expensas de una faja perteneciente al huerto del convento del Buen Pastor; el arreglo de las aceras de las casas frente al Parque La Recoleta. El empedrado de la avenida 18 de septiembre, hoy 10 de agosto, desde El Ejido hasta la avenida Colón y la construcción de dos acueductos que cruzan dicha avenida. La nivelación de la calle Vargas con un costo de 5.000 sucres, el relleno del hueco de la quebrada Jerusalén para la canalización del puente de los Gallinazos.
El costo de estas obras ascendió a 1'100.000 sucres.
Luego, la Junta entró a considerar el programa de las fiestas. Se acordó la acuñación de medallas conmemorativas de las fiestas. Se contrató con el artista Luis F. Veloz la restauración de 500 cuadros de las iglesias y conventos de San Agustín, San Francisco y la sacristía de la iglesia de Guápulo.
El contratista comenzó su trabajo en la sala capitular de San Agustín. Con el artista Antonio Salgado se contrató la construcción de una fuente con la escultura La Insidia a colocarse en el parque de Mayo. Se acordó la realización de una gran exposición de artes e industrias a presentar en los pabellones del nuevo hospital civil (hoy Eugenio Espejo que no se inauguraba).
Foto: archivo particular.