martes, 29 de abril de 2025

Historia del Ministerio de Educación


Por Bolívar Bravo Arauz para El Comercio

A lo largo de la vida republicana, la educación ha sido uno de los principales campos de acción de los gobiernos ecuatorianos.

Se debe recordar que, el 13 de mayo de 1830, las corporaciones y los padres de familia resolvieron constituirse en Estado libre e independiente. El 11 de septiembre del mismo año, se reúne el Congreso Constituyente en Riobamba y nombra presidente del nuevo Estado al general Juan José Flores.

Uno de los decretos importantes, aprobados por esta primera Asamblea Constituyente, declaraba: "La capital del Estado Ecuatoriano será siempre e irrevocablemente la ciudad de Quito". Se eligió también para Vicepresidente de la República al brillante patriota y excelso poeta guayaquileño, José Joaquín de Olmedo Maruri.

El presidente Flores, de acuerdo con la Constitución aprobada, Art. 38, estableció un Ministerio de Estado dividido en las Secciones de Gobierno Interior y Exterior y de Hacienda. El despacho de Guerra y Marina se puso a cargo del Jefe de Estado Mayor del Ejército. El 23 de septiembre se nombró para Ministro Secretario del Despacho al Dr. José Félix Valdivieso. Se hizo cargo del portafolio el 15 de noviembre, fecha que estuvo al frente el doctor Esteban Febres Cordero, Secretario General.

Por decreto del 3 de noviembre de 1831, el presidente Flores creó el Ministerio de Hacienda. 

De acuerdo con la Constitución Política de 1835, Art. 69, se establecieron tres ministerios de Estado: De lo Interior y Relaciones Exteriores, de Hacienda, Guerra y Marina.

Durante la vida republicana, han prestado la mayor atención al desarrollo de la educación los regímenes de Rocafuerte, García Moreno, Eloy Alfaro y Leonidas Plaza Gutiérrez.

El Ministerio de instrucción pública aparece como tal en los comienzos de este siglo.

La Asamblea Constituyente, reunida en 1897, (luego de la transformación liberal, 5 de junio de 1895), con fecha 1 de junio, creó el Instituto Nacional Mejía con las secciones de primaria secundaria y normal.

En 1901,se crean en esta ciudad los institutos pedagógicos para señoritas y varones, los normales Juan Montalvo y Manuela Cañizares de relevante servicio a la educación ecuatoriana durante 75 años.

Al frente del Ministerio de Instrucción pública vemos al comienzo del siglo al doctor José Peralta como uno de los ministros más destacados del régimen liberal y que luchó ardorosamente por la implantación de laicismo. Hombres eminentes, educadores de fuste, ilustres escritores, periodistas han desfilado por el ministerio, realizando una labor altamente beneficiosa y positiva para el país y dejando una huella luminosa.

Los 82 ministros de Educación por orden cronológico son los siguientes: Dr. José Peralta, Dr. Julio Arias, General Julio Andrade, Luis A. Martínez, Dr. Ángel Espinosa, general Julio Román, Dr. Francisco Martínez, Dr. Alfredo Monge, Dr. César Borja, Dr. Alejandro Reyes, Dr. Carlos Rendón Pérez, Dr. Carlos R. Tobar, Dr. León Becerra, Luis Napoleón Dillon, Dr. Manuel María Sánchez, Dr. Carlos Tobar y Borgoño, Rafael Pino Roca, Dr, Manuel Eduardo Escudero, doctor Pablo A. Vasconez, Dr. Francisco Arizaga Luque, Dr. Alfonso Hidalgo Veneres, Dr. Homero Viteri Lafronte, Dr. Carlos Ordeñana, Dr. Daniel Córdova Toral, Dr. Manuel María Sánchez (segundo periodo), Dr. Ángel Modesto Paredes, Dr. Francisco Pérez Borja, Dr. Manuel Cabeza de Vaca, Dr. Manuel Benjamín Carrión, Dr. Leopoldo Izquieta Pérez, Dr. Catón Cárdenas, Dr. Aquiles Rigail, Luis F. Villamar, Dr. Antonio Parra Velasco, Dr. Franklin Tello. Dr. Carlos Hurtado Flor, Dr. Reinaldo Espinosa, Carlos Zambrano Orejuela, Dr. José A. de Rubira Ramos, coronel Guillermo Burbano Rueda, general Marco de León, coronel Francisco Urrutia Suárez, Dr. José María Estrada Coello, Guillermo Bustamante, Dr. Abelardo Montalvo, Dr. Carlos Pérez Sánchez, Dr. Alfredo Vera, Jaime Chávez Ramírez, Marco Tulio González, ingeniero Pedro Pinto Guzmán,  Dr. Alfonso B. Larrea, Dr. Miguel García Moreno, Lic. Gustavo Darquea Terán, Dr. Carlos Cueva Tamariz, Fernando Cháves,  Dr. Ricardo Martínez Cobo, Dr. Alberto Cordero Tamariz, Dr. Alfonso González, ingeniero José Pons Vizcaíno, Dr. Enrique Arroyo Delgado, José Luis Alfaro Bahamonde, Dr. José Vaquerizo Maldonado, Dr. Leonidas Ortega Moreira, Dr. Sergio Quirola Alarcón, Dr. Gonzalo Abad G., Lic. Humberto Vacas Gómez, Dr. César Jaramillo Pérez, Dr. Luis Monsalve Pozo, Dr.  Carlos Larreátegui, Dr. Fabián Jaramillo Dávila, Dr. Cicerón Robles Velázquez, Dr. Hugo Larrea Benalcázar, Lcdo. Alfonso Arroyo Robelly, Dr. A. Solórzano, Dr. Francisco Jaramillo Dávila, Dr. Luis Pachano Carrión, general Vicente Anda Aguirre, general Guillermo Durán Arcentales, general Gustavo Vásconez y Vásconez, general Fernando Dobronsky Ojeda y actual Dr. Galo García Feraud.  

El Magisterio ha ido obteniendo muchas conquistas: Ley de Escalafón y Sueldos, Ley de Cesantía y una positiva mejora, el Convenio de Jubilación Especial, (1964), siendo ministro del ramo el  Lcdo. Vacas Gómez.

La labor ha sido ardua y difícil, sobre todo por los pocos recursos que significa la educación. Sin embargo, se ha hecho mucho. Campañas de alfabetización, construcciones escolares y equipamiento de los planteles respectivos. Afanes de reforma educativa. El panorama ha cambiado mucho y hoy con gran orgullo vemos cómo se han sembrado escuelas y colegios en diferentes regiones de la República. Antes había que castigar, multar para que manden a los niños a las escuelas. Hoy se considera un privilegio ser aceptado en los establecimientos de educación. Los tiempos y las mentalidades cambian.

Foto: archivo particular. Es la antigua casa del expresidente de la República, Gabriel García Moreno, en donde funcionó por varios años el Ministerio de Educación. En 1998, la Dirección Provincial permanecía allí. Actualmente, ese inmueble es patrimonial. El hijo de Gabriel García Moreno vivió allí hasta 1931. La vivienda es de estilo neoclásico. El Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) busca que en esa casa se instale el Archivo Histórico de la Ciudad. La casa se localiza en las calles Rocafuerte y Guayaquil, frente a la Plaza de Santo Domingo. 

sábado, 19 de abril de 2025

Los viejos hospitales de Quito


Por Bolívar Bravo Arauz para El Comercio 

La Real Audiencia de Quito comprendía más de un millón de kilómetros cuadrados. Fue nombrado primer presidente el licenciado Hernando de Santillán, hombre muy culto, graduado en una de las principales universidades de España. Era arrogante y terco. En cambio era de noble corazón, defensor de indios y pobres. Por estas razones, fundó la Cofradía de la Caridad y más aún, el 9 de marzo de 1565, inauguró el primer Hospital para blancos e indios, llamado de la Santa Misericordia de Nuestro Señor Jesucristo. Es el viejo Hospital San Juan de Dios.

Según Gualberto Arcos y Enrique Garcés, las enfermedades azotaron con furor monstruoso durante la colonia: viruelas, tabardillo, flujos, anginas, cámaras, alfombrillas, fiebres con manchas. Claro, por la mitad de la calle corría el caño. La Universidad estaba en la Colonia llena de teólogos y jurisconsultos. Pocos médicos. En aquella época, se cobraba dos reales por una sangría. Un real, los barberos, por sacar una muela. Las recetas: para el tabardillo, hoy enfermedades gastro intestinales. A la disentería o diarrea llamaban guicho, si era gente del pueblo y para los nobles: cámaras. En 1597 se hacía el contrato para la atención con el primer médico, Dr. Adolfo Valdez y luego en 1601 con el doctor Fernando Meneses. En 1645, con el presbítero doctor Iván Navarro y con el doctor Juan Martínez de la Peña, quien atendió a Mariana de Jesús Paredes y Flores, Azucena de Quito, practicándole sangría y salvándole de la muerte, en una terrible epidemia de la época. José Mejía Lequerica, cuñado de Espejo, también a fue médico.

La farmacopea es curiosa y así se recetaba caldo de polla ronca. La tela de cordero para curar la hernia; para las calenturas, llantén con cebada, aguacate machacado. Había muchos curanderos empíricos.

Se inauguró el Hospital Eugenio Espejo u Hospital Civil, el 24 de marzo de 1933, con asistencia del presidente de la República, Juan D. Martínez Mera. La Justa de Asistencia Pública se hallaba integrada en este año por el Director, Dr. Augusto Egas y las señores Ing. Carlos Freile Larrea, Dr. Julio Endara, Dr. Eustorgio Salgado, Nicolás Delgado, Manuel Mena Caamaño. Miguel Ángel Álvarez; Dr. Leoncio Patiño, asesor jurídico; Leonardo Ponce, Tesorero y Secretario, Dr. José Alejandro Calisto. Abría sus puertas 368 años después de fundado el Hospital San Juan de Dios.

El General Eloy Alfaro, por decreto expedido el 22 de junio de 1896, creo en Quito la Junta de Beneficencia. Estuvo constituida por Carlos R. Tobar, Modesto Sánchez Carbo, Juan F. Game, Dr. Manuel María Bueno, Edmundo Cateford, Amable Enríquez Ante, Joaquín Gómez de la Torre, Genaro Larrea, Ramón Patiño, Dr. Alejandro Cárdenas, Pablo Chiriboga, Augusto Kisarenmacher, Juan José Narváez, Alejandro Reyes, Ludovico Sedestrol y Dr. Pablo A. Vásconez.

El primer empeño de Alfaro y de sus ministros, Dr. Abelardo Montalvo y Agustín Yerovi, fue el de construir un nuevo hospital en Quito que reemplazara al viejo y colonial San Juan de Dios. Con tal fin, el 23 de mayo de 1901, se puso la primera piedra con asistencia del vicepresidente de la República, Dr. Carlos Freile Z., el Dr. Felicísimo López, Ministro de Estado y numeroso público, en el lote que fue adquirido en 1898. Era el mayor late ya que posteriormente fueron adquiridos otros. Este primer lote costó 10.500 sucres vendido por Buenaventura Malo y Valentina German. Los otros lotes fueron comprados a Benjamín Piedra, Dr. Alejandro Romo Leroux y otros por un valor total de 43.905 sucres. En la construcción del Hospital se invirtió 2'147.157 sucres.

En 1912, luego de adquiridos nueve lotes, se inició la construcción con los planos del Arquitecto Francisco Smith. Pero no se logró mayor progreso. En 1914, se resolvió continuar los trabajos por parte de la Junta, previos los planos de los arquitectos Guillermo Shaeter y Auguste Ridder.

Para los trabajos, el Banco del Pichincha hizo un préstamo de 125.000 sucres.

En 1919, la Junta de Beneficencia logró acumular dinero con el producto de los arrendamientos de los predios de la Junta, y en 1921 se reiniciaron los trabajos. Desde 1929 se trabaja intensamente y se empieza el equipamiento del Hospital. La superficie total es de 240.000 metros cuadrados. En este local se efectuó, en 1922, la Gran Exposición Industrial con motivo del Primer Centenario de la Batalla de Pichincha.

El Ministerio de Salud pronto iniciará la construcción del Hospital de Especialidades Eugenio Espero con un costo de 1.000'000.000 de sucre para 500 camas. Igualmente, se inaugurará el Hospital del Sur Enrique Garcés. También estará funcionando el Hospital Pablo Arturo Suárez al norte de la ciudad. El Dr. Suárez fue un gran higienista y Rector de la Universidad Central.

Foto: Pacientes del antiguo Hospital San Juan de Dios / Quito Informa