domingo, 18 de junio de 2017

Mi abuelo, Bolívar Bravo Aráuz

En la redacción de Diario EL COMERCIO, en los años 60 (calles Chile y Benalcázar). Bolívar Bravo en la parte superior izquierda, sentado. En su brazo lleva un periódico y viste un traje obscuro. Fuente: Libro 'EL COMERCIO, 100 años de historias y testimonios'
Hoy se recuerda el Día del Padre en Ecuador. Quiero resaltar el trabajo y obra de mi querido abuelo, Bolívar Benjamín Bravo Araúz, quien falleció en 1981 cuando yo tenía apenas un año y dos meses. Fue un connotado periodista, escritor, maestro e historiador que plasmó la historia de Quito de forma brillante en su libro 'Quito Monumental y Pintoresco', así como en las crónicas que publicó en Diario EL COMERCIO.

La información que consta en este post la he conseguido de a poco, en hemerotecas digitales, libros y el archivo familiar. Es un gusto presentar estas líneas y resaltar a quien, para mí, es uno de los periodistas más brillantes del país y me inspiró a seguir esta profesión. Hay mucha información pendiente y la publicaré a futuro en otros posts. Fue un honor recordar al abuelo, más cuando yo escribo en el mismo periódico en el que él trabajó y cubro los temas de educación como él lo hizo en los años 40, 50 y 60.


Semblanza de Bolívar Bravo Aráuz


Por Diego Bravo Carvajal

"La reunión de la familia, el chocolate espeso, para luego rezar el trisagio, antes entregarse al sueño reparador, y tras oir absorto, de los labios de la abuela, entretejer las leyendas y tradiciones de la ciudad con herencia y abolengo español, con sombras de misterio, de duendes y fantasmas, de cruzar las callejuelas empedradas, alumbradas por el farolito de una ciudad que se va..." (1).


Esos fueron los escenarios de Quito en los que creció e inspiraron a Bolívar Benjamín Bravo Aráuz, uno de los periodistas e investigadores más sobresalientes en los años 40, 50, 60 y 70. Sus publicaciones hasta ahora son recordadas y reposan en las bibliotecas de las universidades e instituciones públicas más importantes del Ecuador como la Cancillería.

Nació el 12 de diciembre de 1912 en el seno de una tradicional familia quiteña. Sus padres fueron León Pacífico Bravo y María Isabel Aráuz. Tuvo cinco hermanos: Jaime, León, Jorge, Esperanza y Virginia.

Bolívar Bravo, a los 28 años. Cuando tenía esa edad fue uno de los fundadores de la UNP.
Cursó sus estudios en la escuela El Cebollar, ubicada en el corazón del Quito colonial. Tras finalizar la primaria, sus padres lo inscribieron en el Colegio Mejía. Luego pasó al Juan Montalvo en donde obtuvo el título de profesor normalista y comenzó su carrera en el Magisterio. De hecho, él fue uno de los precursores de la primera campaña de alfabetización que fue promovida por la Unión Nacional de Educadores (UNE).

Primero fue docente y posteriormente -según se explica en el libro El derecho y el revés de la memoria 'Quito tradicional y legendario'- director de  la  escuela  fiscal  Reino  de  Quito, así como profesor  del  Colegio  Luis  Napoleón Dillon, vicerrector  del  Colegio  Nacional  Amazonas.

Desde 1939, él trabajó como  periodista  de  Diario  EL COMERCIO hasta su muerte. Sus hijos recuerdan que primero comenzó como corrector de estilo y luego pasó a ser reportero. Cubrió las áreas de educación.
Sus publicaciones fueron Quito  Monumental  y  Pintoresco; Quito  Monumental  y  Pintoresco,  edición  ampliada,  primer  tomo; Quito Monumental y Pintoresco, segundo tomo. También escribió las biografías de Luis Napoleón Dillon y Sebastián de Benalcázar. La segunda no fue publicada.


'Quito monumental y pintoresco' fue su obra más importante.


La biografía de Sebastián de Benalcázar que no fue publicada
Desde el año 33 hasta el 36, junto con Sixto Salguero, director teatral, fundaron el grupo cultural y artístico 'Siembra', al que pertenecieron las profesoras Virginia Larenas y Raquel Verdesoto, el periodista Víctor Hinostroza y, más tarde, entre otros, el famoso pintor Oswaldo Guayasamín. El grupo hacía difusión cultural en la ciudad y en el campo.


En ese contexto es importante destacar textualmente el 'Homenaje a los normales Juan Montalvo y Manuela Cañizares' de la revista Ecuatoriana de Educación, de marzo y abril de 1951, edición 14, que consta en el repositorio de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso):

"En la ciudad de Quito, el grupo Siembra, cuyo Secretaria General fue la Srta. Virginia Larenas, sostuvo escuelas dominicales en San Roque y en Chimbacalle, en forma gratuita y en  favor de  niños y jóvenes proletarios, que como todos, requieren de sus horas de esparcimiento. Los ensayos de teatro popular mantenidos por los normalistas Sixto Salguero, Bolívar Bravo y otros merecieron la más cordial acogida de los obreros de tales barrios".

"El Normal Juan Montalvo, en un noble esfuerzo de extensión cultural y  con el fin de difundir las luces de la ciencia, del arte y de las buenas costumbres entre los obreros de la ciudad, sostuvo durante algunos años, con limitado auxilio del Estado, la Escuela de Indios Adultos 'Rumiñahui', las escuelas nocturnas para albañiles 'El Dorado' y 'América'".

"En estas fundaciones los alumnos maestros no sólo enseñan a leer, escribir y contar, sino que se procura levantar en los alumnos su propio nivel de existencia, haciéndoles, además, gozar de las nuevas conquistas de la civilización como el cine, la radio, el balneario, el hotel, etc. En estas fundaciones cooperan bajo la dirección del suscrito, los normalistas Mantilla, Betancourt, Gonzenbach y Freire, con abnegación y acierto".

Bravo también perteneció a la Federación Nacional de Periodistas (Fenape)

De otro lado, entre los años 37 y 39, el país atravesó momentos convulsionados, varios gobiernos y dictaduras. Bolívar Bravo estuvo entre los profesores cancelados por sus ideales democráticos. Entonces varios periodistas, artistas e intelectuales -entre ellos Bravo Aráuz- fundaron en enero de 1940 una asociación que perdura hasta hoy: la Unión Nacional de Periodistas (UNP).


Al final de su carrera, Bolívar Bravo continuaba colaborando como periodista en el espacio 'Crónicas del Recuerdo' para Diario EL COMERCIO. Murió el 15 de mayo de 1981, cuando tenía 69 años. 

El 17 de mayo de 1981, Diario EL COMERCIO publicó una nota tras su muerte.


(1) Libro 'Quito Monumental y pintoresco', editorial Universitaria, Quito-Ecuador, 1961, página 7.

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