Fotografías y Letras Quiteñas
Un blog - revista que reúne mis mejores artículos periodísticos, así como otros temas de interés. Gente, escenarios, relatos e imágenes urbanas. También recordar los invaluables tesoros que hay en las hemerotecas.
domingo, 26 de enero de 2025
Grandes figuras médicas de Quito
lunes, 20 de enero de 2025
Antiguas librerías de Quito
Quito ha contado, a lo largo de su historia, con una buena cantidad de librerías. Las primeras fueron instaladas en el Centro Histórico. De estas, la mayoría cerró y quedan pocas. En esta crónica de Bolívar Bravo Arauz se destaca la historia de las librerías del ayer y sus fundadores.
Fotografía: La papelería y librería localizada en la parte baja del Palacio de Carondelet en donde hasta ahora funcionan los locales comerciales, en la intersección de las calles García Moreno y Chile.
Crédito de la foto: INPC.
Antiguas librerías de Quito
No conocemos que en la época haya florecido el establecimiento de librerías. A los libros se los traía subrepticiamente.
Hasta llegan las noticias, de este siglo, que se había instalado una gran librería Sucre de Bonifacio Muñoz en el año de 1907. En el año 1906 se fundó en Quito el diario el Comercio que está celebrando 75 años, tres cuartos de siglo para honra y orgullo del país y del continente americano. También el Banco del Pichincha de gran prestigio.
La Librería Sucre estaba situada en el antiguo Pasaje Royal, de Vásconez, Durini y Miranda, hoy Pasaje Amador en la calle García Moreno. Muñoz era quiteño que amaba a su ciudad y tenía pasión por la cultura. Su librería tenía muchas estanterías con miles de volúmenes que comprendían todas las secciones: Ciencia, arte, literatura, con distintos géneros y autores consagrados. Era una novedad y un logro para la ciudad y para la época, se trataba de un hombre de visión.
Al año siguiente, en 1908, se inauguró con gran alborozo el Ferrocarril del Sur, grandiosa obra de Eloy Alfaro.
Muñoz publicó muchos catálogos y culturas bibliográficas con amplio conocimiento de la materia una nueva modalidad de interesar a la juventud estudiosa.
En 1918 se editó el importante catálogo especial de autores extranjeros y en 1920, el de autores ecuatorianos, dedicado a Guayaquil en el primer centenario de su independencia.
En el año 1919, el Ilustre Concejo Municipal, apreciando su valiosa obra de cultura, le otorgó una mención, cuyo diploma lleva el siguiente texto: La Municipalidad de Quito al don Bonifacio Muñoz, le concede este diploma de honor por su propaganda en pro de la cultura intelectual del país en el ramo de la librería. Quito, 10 de agosto de 1919. El presidente Dr. Abelardo Montalvo y el secretario J.B.Castrillón.
Bonifacio Muñoz instaló una sucursal en Guayaquil. Traía las últimas novedades en el ramo de librería, sobre todos los temas y de diversas casas editoras.
Su hermano Leonardo J. Muñoz también ha consagrado su existencia para formar la biblioteca más completa de autores nacionales, poseyendo mas de 10 000 volúmenes. Tiene ediciones rarísimas, colecciones completas de revistas de diversas épocas, Revista América, Caricatura Cocoricó, Vejeces y Novedades de la Academia de Historia que llenan varios volúmenes de la Casa de la Cultura, etc. Llama la atención la colección más completa de hojas sueltas de la colonia y muchas de ellas de carácter polémico. Ha sido un coleccionista. Su hijo es el doctor Aníbal Muñoz. La biblioteca está situada en la calle Loja.
Otras librerías fueron las de don Antonio Rivadeneira, en la calle García Moreno, entre Mejía y Olmedo. Vendía toda clase de textos de medio uso, devocionarios, libros de lectura como el Lector Ecuatoriano, textos de G.M. Bruno de Torres Quintero, el Lector Moderno de Aplettton, etc. Se le conocía con el sobrenombre de Mapapelotas.
Otra librería fue la de don Antonio Lucio Paredes. Tenía obras escogidas y valiosas. A ella acudían los intelectuales.
Hoy tenemos numerosas librerías en Quito. Hay la Librería Científica, la Universitaria, Su Librería, librería Selecciones de Muñoz Hermanos, librería Nacional y otras.
Pero merece mención especial la de un educador, la Central de don Carlos Romo Dávila, en la calle Mejía y Benalcázar. Una biblioteca con obras de diverso género. Tiene también libros antiguos muy valiosos, tanto nacionales como extranjeros. Don Carlos presta los textos a los estudiantes y a los obreros que desean ilustrarse tan solo con la presentación de carnet estudiantil y sin ninguna garantía.
Su único afán es difundir la cultura por todos los medios. A Romo se le debe el establecimiento del concurso del libro leído, oral y escrito que continuó con éxito por muchos años. Es fundador de varios planteles educativos y publicaciones pedagógicas de gran valor, dedicadas especialmente a la escuela activa.
Por Bolívar Bravo Arauz para El Comercio en la Sección del Recuerdo
lunes, 13 de enero de 2025
Noticias de las primeras publicaciones oficiales
Por Bolívar Bravo Arauz para El Comercio
Desde mayo de 1831, un año después de fundada la República del Ecuador, comienza a funcionar en esta capital la Imprenta de Gobierno o Nacional con gasto mensual de presupuesto de 89 pesos para el pago de personal. Los trabajos se hacían en papel venado y se gastaba de 16 a 25 pesos. Como director o regente de esta imprenta aparece Juan Campuzano, Rafael Viteri y como prensista o entintador Felipe García. El periódico oficial que se publica es la Gaceta de Quito, la que se imprimía en la Imprenta de la Universidad Central y aparecía los sábados de cada semana y se vendía a dos reales el ejemplar.
Por entonces la Imprenta Nacional o de Gobierno contaba tan solo con una prensa de mano y unas pocas cajas de tipos para el texto. Comenzaba la República a dar los primeros pasos.
Pero desde el año 1831 comienza a editarse la Gaceta de Quito, de formación tabloide, la que es sustituida por la Gaceta del Gobierno del Ecuador que llevó el nombre hasta el año 1835.
En 1836, segunda administración del general Juan José Flores, el periódico oficial lleva el nombre de Gaceta del Ecuador. Hasta 1845, año de la revolución Marcista o Civilista, en que echa abajo la Carta de la Esclavitud expedida por la Asamblea Constituyente de 1843 que ad hoc, pues la integraron con personal de la completa confianza a incondicionalidad de Flores, a quien incomodaba la alternabilidad republicana. Se formó el triunvirato formado por hombres selectos como José Joaquín Olmedo, Vicente Ramón Roca y Diego Noboa, los dos últimos posteriormente presidentes de Ecuador.
En 1846 se nombra como Director de la Imprenta de Gobierno a Joaquín Terán y como impresor a Juan Pablo Sánz.
El periódico Oficial de la administración del General José María Urbina el 6 de marzo que aparece en Guayaquil hasta el 12 de mayo y desde el 25 de junio se publica en Quito, en la Imprenta Gobierno. La Convención Nacional en la administración del Dr. Diego Noboa, se edita también en la Imprenta de Gobierno año 1851.
Con el nombre de El Nacional, periódico oficial se publica igualmente en el año 1845 en Cuenca hasta el año 1848.
Veinte y cinco números de El Nacional en la administración de Vicente Ramón Roca o sea desde el número 138 al 160.
Los periódicos oficiales que se han publicado en la Imprenta Nacional son los siguientes: 1886 El Nacional, nueva serie hasta el año 1888, Quito 1889, Diario Oficial, hasta 1891, 1889. El Telegrama hasta 1891, en la misma Imprenta. 1892, Periódico Oficial durante seis meses, hasta 1892, editándose en la Imprenta Nacional Quito.
Se debe recordar que la imprenta Nacional funcionaba en los bajos del Palacio de Gobierno, y tenía su entrada por la calle Chile, frente a la Iglesia de la Concepción. En el mismo Palacio funcionaba en la planta baja la Tesorería de la Nación. En la Planta alta, a más de la Presidencia de la República, los ministerios de Gobierno, Instrucción Pública, Guerra y Marina, y el Congreso Nacional con su respectivo Archivo y Secretaría.
En 1895, luego de la transformación liberal que llevó al poder al general Eloy Alfaro, se edita en Guayaquil desde el 1 de julio de aquel año, el REGISTRO OFICIAL, hasta el 28 de enero de 1896, en la Imprenta Pichincha. Luego continúa editándose el Registro Oficial en los años siguientes en la Imprenta Nacional, siendo al comienzo la distribución gratuita y posteriormente tiene el valor de 5 centavos.
En las páginas de El Nacional encontramos las actas o reservas de la Asambleas y congresos nacionales, informaciones judiciales , sentencias de la cortes, del Tribunal de Cuentas, partes de guerra y noticias oficiales.
lunes, 6 de enero de 2025
Páginas del periodismo nacional
El pasado 5 de enero se conmemoró el Día del Periodista Ecuatoriano y no podía dejar pasar esta fecha tan relevante. Comenzamos este año 2025 con otra crónica de Bolívar Bravo Arauz sobre la historia de esta hermosa profesión y cómo fue ganando relevancia con el pasar de los siglos y décadas, principalmente en Quito. Estas letras van dedicadas a todos los colegas del país.
Páginas del periodismo nacional
Por Bolívar Bravo Arauz para la Sección del Recuerdo de Diario El Comercio
Al estudiar el desarrollo del periodismo en el Ecuador, se observa que la época del coloniaje representa para este la era primitiva o de estancamiento. El periodismo comienza a tomar vuelo v verdadero avance entre nosotros a partir de 1830, en que el Ecuador, antigua presidencia y Real Audiencia de Quito y Distrito del Sur se separan de la Gran Colombia. Con la fundación del periódico Los Andes ya se inicia una vida estable para el periodismo, cuya transformación gradual concluye en 1890, año en el que apare el Cristo del Pueblo que fija el rumbo moderno o de información.
Los primeros periódicos, en la época del coloniaje y del Ecuador (1822-1830) dan la claridad para la inteligencia buscando dar al pueblo ideas de cultura e independencia y sintiendo la necesidad imperiosa de que el pensamiento libre abandone las cárceles. Es curioso anotar que casi de manera simultánea vieron la luz pública en Quito, Santa Fe (hoy Bogotá) y Lima periódicos destinados a dar luz en las tinieblas y despertar los ingenios.
En realidad de verdad, no pudo buscarse un título más adecuado al primer periódico de Quito, el primer vocero nacional y dominante. Primicias de la Cultura de Quito, escrito por un varón superior, de mente privilegiada en la oscura noche de la Colonia, doctor Francisco Javier Eugenio Espejo, cuyo verdadero apellido era Chusig (lechuza), pues era de cuna indiana para orgullo de la raza aborigen.
Espejo, científico, precursor de Pasteur en su teoría microbiana, rebelde en sus escritos, maestro y educador en sus libros: El nuevo Luciano de Quito, la Ciencia Blancardina y otras importantes obras.
En la ciudad dormida, asentada al pie del Pichincha y otras colinas. Y lugares majestuosos como San Juan o Huanacauri, El Panecillo y el Itchimbía, apareció el jueves 5 de enero de 1792, el número I de las Primicias, cabalmente el día en que 27 años antes había aparecido y se fundaba en París, el Journal des Savant cuando apenas habían transcurrido tres años de la proclamación de la imprenta en Francia.
El ejemplar del periódico de Espejo constaba de cinco hojas en cuarto y se conseguían suscripciones en la tienda de Antonio Andrade donde también se vendía el periódico.
El precio de cada pliego completo de la publicación era de real y medio de plata. Sin embargo, el presidente de los Oidores de la Audiencia abonó con gusto un peso por el ejemplar.
Las Primicias tuvo una duración de tres meses escasos con siete números impresos en la imprenta de Raimundo Salazar Ramos.
Sabemos ya que el director y redactor de Primicias fue el doctor Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz Espejo y Aldaz.
El periódico se presenta como una revista literaria y está consagrado a las "misceláneas", pero significaba un avance gigantesco en las ideas y planes de emancipación del autor.
Las autoridades reales calaron los propósitos de Espejo e iniciaron su persecución y terminaron por encerrarlo en la prisión de donde sólo lo sacaron para que muriera.
La "instrucción previa" a las Primicias (octubre de 1791) pone en evidencia los propósitos del precursor y allí hace gala de un estilo académico. sobrio y hace la apología de la prensa; dice debemos mirarla cual una mansión, acreedora, por lo tanto, del respeto de la posteridad.
Tras le estela del precursor, que era muy leído, y que además, sabía tratar sobre los más variados temas. en 1809 se publica La Gaceta de la Corte de Quito, que editó seis números y que tenía la finalidad de informar sobre los actos de la Junta Republicana y el primer grito de la Independencia. Hacía pues defensa de la corona de España. Era de tendencia realista.
Luego se publica en 1800 La Gaceta de la Corona, de vida efímera donde se hacía críticas a la viciosa administración colonial.
Luego de un periodo de receso de la pluma por la lucha cruel por la independencia, en 1821, aparece El Patriota, que circuló el lunes 21 de mayo de dicho año. Es la primera hoja impresa en Guayaquil.
Aparecía El Patriota los días sábados y su valor era de dos reales. La redacción era anónima, pero se atribuía su publicación a dos patriotas: José Joaquín de Olmedo y Rafael Jimena, miembros de la Suprema Junta Gubernativa.
Se aclaraba que по se receptarían artículos injuriosos, sino tan solo aquellos que se relacionen a la ilustración al bien, a la prosperidad y libertad de la Patria, a noticias interesantes, a resoluciones del Gobierno, a las producciones literarias se le daban reglas periodísticas.
En El Patriota se publicó el parte oficial del combate de Cone (Boca de Yaguachi Viejo), ocurrido en agosto de 1821. En el año siguiente se publicó el República del Sur, de don Francisco Roca.
En 1825 se publica en Quito El Noticiosito, a cuyos redactores protegía el general Juan José Flores.
Luego se publica el Pensador Quiteño, cuya imprenta fue empastelada.
En 1827 circula en Quito El Imperial.
En 1828 se introduce el periodismo en Cuenca, obra del padre Fray Vicente Solano y don Francisco Eugenio Tamariz se publica el Eco del Azuay. Asumió carácter literario, científico, religioso y político.
En Quito aparece El Garrote y en Guayaquil se edita El Ruiseñor y El Colombiano del Guayas.
En 1829 encontramos El Telescopio y La Alforia que atacan enérgicamente al general La Mar y a los invasores peruanos.
martes, 31 de diciembre de 2024
Una de las imágenes ganadoras del Concurso Fotográfico Quito de Noche de 1963
La Empresa Eléctrica Quito, en 1963, organizó el Concurso Fotográfico Quito de Noche, que tenía diferentes temáticas. Se presentaron 269 trabajos en blanco y negro, 28 ampliaciones de colores no transparencias y 65 transparencias a color. Una de las ganadoras fue la del fotógrafo José Pérez, la cual es mostrada arriba en esta publicación. Es la de tres chullas quiteños volviendo a casa, en horas de la madrugada, tras salir de fiesta. Caminan por la calle Portilla, en el sector de La Recoleta, con dirección a sus viviendas.
lunes, 30 de diciembre de 2024
Albores del Siglo XX en Quito
Vamos con la octava crónica de mi abuelo, Bolívar Bravo Arauz. Trata sobre varios hechos muy relevantes que se dieron, en Quito, a principios del siglo XX. Les sugiero que pongan mucha atención a las obras que Eloy Alfaro inició en la capital para mejorar las condiciones de salubridad e higiene. Lo mismo al leer cómo fue la construcción del ferrocarril.
Rige en el país el general Eloy Alfaro, es arzobispo de Quito Pedro González y Calisto, presidente del congreso el Dr. Manuel Benigno Cueva y vicepresidente Abelardo Moncayo.
El Concejo Municipal de Quito esta presidido por Genaro Larrea, vicepresidente Enrique Freile Zaldumbide.
El 11 de junio de 1897 se crea el colegio Mejía, con educación primaria, secundaria y normal.
En 1900 se halla al frente de la cartera de Instrucción Pública el doctor José Peralta, quien funda la primera escuela Nocturna de Artesanos, ya que está convencido de que solo la educación hará la transformación del país. Se sientan las bases para la creación de escuelas rurales. La primera escuela nocturna para adultos, creada por decreto de 21 de septiembre de 1900, con todos los elementos para brindar una buena enseñanza con la dotación de material didáctico, edificio adecuado y profesores preparados.
Se establecieron 581 becas, distribuidas en los diferentes colegios de la República. 50 en el Colegio Mejía, 20 en el colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil, 100 en la escuela de Artes y Oficios. El resto en planteles primarios de Quito, Guayaquil, Ambato, etc., 4 en la Universidad Central y 12 en el exterior.
El Dr. Peralta enunció, por primera vez, que se debía admitir a la mujer para estudios universitarios, brindándole así nuevos horizontes. Para el Conservatorio de Música contrató a los profesores Enrique Marconi, italiano, Pedro Traversari padre e hijo.
LA ESTADISTICA
Señalaba el Dr. Peralta que a las 407 escuelas nacionales, atendidas por 459 institutos y a los 120 municipales a cargo de 161 profesores, concurrían 36.296 alumnos. A las 360 escuelas municipales con 125 institutoras, asistían 24.800 niñas. A los 20 colegios nacionales y a los 28 colegios de niñas asistían 6252 alumnas.
En el empeño de contar con personal de profesores para las escuelas, el doctor Peralta y Celiano Monge, secretario de la Presidencia de la República, en febrero de 1901, fundaron los institutos pedagógicos para varones y señoritas, los normales Juan Montalvo y Manuela Cañizares.
LAS COMUNICACIONES.
Podemos afirmar que se hallaba incomunicada la Sierra con la Costa. Un viaje, con todos los riesgos duraba ocho días. El traslado de alimentos y mercaderías se lo hacía a lomo de mula. Había la institución de los arrieros. La diligencia iba hasta Tambillo. La vía era por Ventanas. Luego se llegaba a Guayaquil, asolada por varias pestes de la fiebre amarilla, la bubónica, el paludismo.
Alfaro, el viejo luchador, emprendió en su empresa colosal, la construcción del ferrocarril de Guayaquil a Quito o sea el ferrocarril trans andino, magna obra de excepcional importancia que se inició con el presidente García Moreno.
Coincidían en este aspecto, pero Alfaro estaba decidido a realizarla a toda costa. Alfaro tuvo que luchar en contra del congreso de 1898. Se levantó la bandera contra el contrato ferrocarrilero. Luego de tenaces gestiones se constituyó en Nueva Jersey “The Guayaquil and Quito Railway Company”. Dos hombres hicieron posible formación. El ministro Luis Felipe Carbo y el ingeniero norteamericano Archer Harman. Inicialmente el contrato constaba por 12.282.000 dólares en bonos para ser pagado gradualmente por el gobierno del Ecuador. Sobre esta cantidad se había emitido otros 5.250.000 dólares para ser pagados con lo que produzca el mismo ferrocarril.
Al terminar el primer período presidencial de Alfaro, el ferrocarril había avanzado (1901) hasta las faldas del Chimborazo en la Sierra. El ferrocarril se inauguró con gran alborozo el 5 de junio de 1908, en la segunda administración del general Alfaro.
EN FAVOR DE QUITO
Al contemplar el general Alfaro y los miembros de su gabinete el lamentable estado de la Capital de la República, resolvió dictar las medidas necesarias para su adecentamiento y cambio de vía. Pidió al Concejo Municipal de Quito la planificación y estudios inmediatos para la provisión del servicio de agua potable. Servicios de desagüe y canalización, así como lo relacionado con el alumbrado público. El gobierno de Alfaro dijo que está dispuesto a contribuir con el dinero que requiera para que estas obras indispensables para Quito se hagan realidad en el menor tiempo posible.
Inició la construcción del mercado de Santa Clara, ya que solamente se contaba con un mercado abierto en la plaza de San Francisco, a dos cuadras de la quebrada de Jerusalén y que constituía por lo tanto un foco de infección en la ciudad. Si bien es cierto Quito contaba por entonces con una población de 60.000 habitantes, debe recordarse que la ciudad estaba cruzada de quebradas y estas obras eran imprescindibles.
LA PRENSA
La prensa había florecido. La revolución liberal fue como una claridad de luz y libertad. A comienzos del XX, se hallaban en pleno apogeo los siguientes periódicos: El Grito del Pueblo, periódico ilustrado e informativo en Guayaquil desde fines del siglo anterior. El Tiempo de Quito y Guayaquil cuyo director era el coronel Luciano Coral, valiente hijo del Carchi.
También se publicaba en Quito un diario liberal llamado “El Pichincha”, cuyo director era F. Aristizábal.
También hallamos en Quito el Ecuador de Juan Ignacio Gálvez con propios talleres. El Sol, diario de la tarde Guayaquil del poeta José de Lapierre¸ El Mercurio de Guayaquil de Jacinto Jouvín Arce.
Aparecen también periódicos de oposición como Fray Gerundio y El Pobrecito, en Quito y Guayaquil.
Al terminar su período el general Alfaro, vienen los trabajos pre electorales, aparecen periódicos como el Diablo Predicador El Clavo, El Destripador y El Mortero por las candidaturas de los generales Leonidas Plaza y Manuel Antonio Franco.
Los conservadores tienen su periódico El Ecuatoriano dirigido por Ricardo Cornejo. En 1900, el Dr. Aparicio Ortega publica la revista jurídica política, en ella se hace un severo análisis de la época. Posteriormente aparecerá El Fígaro, El industrial y la Linterna en que se hacía conocer a la colectividad que un grupo jóvenes trabajaba por transformar el país. Eran Ellos: Miguel Valverde, Gonzalo S. Córdova, Luis N. Dillon, José María Ayora y Julio E. Moreno.
Foto de arriba: Foto de la Plaza de la Independencia, en el corazón del Centro Histórico de Quito, tomada en 1945 y es utilizada en este blog como una imagen referencial para esta crónica.
Crédito de la foto: del archivo fotográfico de la Reserva Alberto Mena y Caamaño. Centro Cultural Metropolitano. De la exposición LA CIUDAD, EL CAMPO Y LA PIEDRA. La mirada de Jones Odriozola.
martes, 24 de diciembre de 2024
La historia de la Sociedad Artística e Industrial de Pichincha
La Sociedad Industrial
Cuatro artesanos quiteños tuvieron la idea de fundar una sociedad que velará por el adelanto cultural, profesional y económico de los artesanos así como por sus conquistas especiales concedidas por el Estado. En el año 1892, se encontraron estos cuatro artesanos. Eran Miguel Belisario y José Manuel Yépez, Rafael y Leonidas Sánchez. Eran maestros en hojalatería, sombrerería y zapatería. Se reunieron en la casa de Antonio Gómez de la Torre, donde tenía su habitación Miguel Belisario Yépez, en la calle Cuenca, hoy Conservatorio de Música y Declamación, diagonal a la Iglesia de la Merced.
El 11 de febrero de 1892 se constituye la Sociedad Artística e Industrial de Pichincha con el siguiente directorio y personal fundador: Presidente José Vásconez, Vicepresidente Mariano Vergara, Secretario Nicanor Martínez, Tesorero Juan Pablo Sáenz, vocales Nicanor Bedoya, Pedro Manuel, Secundino Hafnsel, Francisco Calderón, Alejandro Villagómez, Isidoro Hidalgo, Benjamín Pazmiño, Rafael Villagómez, Miguel Belisario Yépez, Rafael María Pérez, Serafín Flor, Venancio Suárez, Benjamín Echeverría, Leopoldo Bastidas, Jerónimo Noriega, Leonidas Buitrón, Virgilio Acosta, José Bolaños, Miguel Miño, Ezequiel Fabara, Elías Endara, , Ezequiel León Paz y Adolfo Marín.
Se nombraron representantes por las artes y oficios. En Arte Musical, Aparicio Córdova, pintura, Rafael Salas, escultura, Ignacio Benalcázar, sastrería, Francisco Calderón, carpintería Julio Torres, zapatería Rafael Zapata, hojalatería Miguel Belisario Yépez, herrería y mecánica José Garzón, talabartería, Nicanor Aguilar, armería José Pérez, sombrerería, Victoriano Orejuela, peluquería Isidoro Hidalgo, industriales, José Donoso, Miguel Bravo, Julián San Martín y Miguel V. Dávila.
La Sociedad Artística participó en la inauguración de la estatua del Mariscal Antonio José de Sucre, 1892.
Han sido presidentes de la Sociedad José Vásconez, Francisco Rivadeneira, Rafael E. Dávila, Miguel Belisario Yépez, Miguel Prado Orrego, Carlos Eduardo Moncayo, Luis Miguel Molina, Segundo B. Cisneros, Luis F. Vásconez Benjamín Pazmiño Bulnes, José Pástor Pérez. Fue secretario por muchos años, León Pacífico Bravo (padre de Bolívar Bravo A. y bisabuelo de Diego Bravo C.) director de la Casa del Obrero y bibliotecario en 1922 en que celebró con pompa el primer centenario de la Batalla del Pichincha.
Fueron socios distinguidos Manuel Chiriboga Alvear, Julio Sáenz Rebolledo, Zoilo Suárez, el grado bordador quiteño Darío Albuja, José María Rodríguez, Rafael Quijano, José Ramón Paredes, Eloy Rojas, Luis Barba Viteri, Eudoro Balarezo Crespo, José Elías Endara, Ezequiel León Paz, Ignacio Sánchez, Gabriel Freire, Miguel Prado Ortega, la Sociedad Artística tuvo destacada actuación.
En 1917 se celebró la boda de plata de la fundación, En 1893 se formó el Batallón Sociedad Artística para defender las fronteras.
Fueron socios de honor y contribuyeron a darle realce, sustentando las conferencias los doctores, Luis F. Borja, Reinaldo Cabezas Borja, Telmo R. Viteri.
En 1917, en que se celebró las bodas de plata de la Sociedad Artística Industrial de Pichincha, se realizó la inauguración de del Asilo de Obreros Inválidos, en el barrio San Roque, calle Rocafuerte. En este local se realizó un oratorio y una biblioteca para ilustración de los socios. En 1922 centenarios de la Batalla de Pichincha .
Congreso donó la Casa del Obrero sede de la Sociedad Artística, tenían en sus locales varias entidades obreras. Sociedad Tipográfica de Pichincha, Sociedad Protectora de Artesanos, Sociedad de Sastres, Sociedad de Cocheros, Sociedad de Carpinteros, Sociedad de Panaderos y Pasteleros, Sociedad Bar de Pichincha, Sociedad de Sombrereros, Sociedad de Albañiles Picapedreros, y Sociedad de Jiferos. Por algunos años funcionó una Academia de Corte y Confección , organizada por la Sociedad Feminista Luz del Pichincha a cargo de maestro Cornelio Cevallos.
PLACAS CONMEMORATIVAS
La Sociedad Artística e Industrial de Pichincha dio siempre muestras del mas vivo patriotismo.
Colocó una placa en el antiguo cuartel llamado impropiamente Real de Lima, que lleva esta inscripción. La Sociedad Artística e Industrial del Pichincha rinde homenaje de admiración y gratitud a los valientes hijos del pueblo: Landáburo, Jerez, Pazmiño, Godoy, Albán, Mideros Mosquera, Morales, Pereira, Salvador, Rodríguez, y mas abnegados artesanos, ilustres y denodados héroes de la jornada de nuestra emancipación política. Rafael Dávila, Presidente M.M. Sánchez Secretario.
Se hace mención en la placa de los mártires del 2 de agosto de 1810, como Juan Salinas, Quiroga, Riofrío, Peña, Ascázubi, Manuel Cajías, Oleas, Melo, Villalobos, Tobar y Albán.
Igualmente colocó una placa en el monumento a los Héroes Ignotos, en la Avenida 24 de Mayo. Se colocaron placas en las torres del Tejar por parte de la Sociedad de Hojalateros, lugar donde flameó el tricolor Nacional en Mayo de 1822, luego de la Batalla del Pichincha.
El actual Presidente de la Sociedad Artística e Industrial del Pichincha es el doctor Telmo Hidalgo.
Por Bolívar Bravo Arauz para El Comercio
Fotografía de arriba: la fachada de la casa, ubicada en la calle Cuenca, en donde funcionó la Sociedad Artística e Industrial de Pichincha. Por largo tiempo fue el Conservatorio Nacional de Música allí, pero ahora, en este 2024, es sede del Instituto Nacional de Danza.
Fotografía de abajo: la placa recordatoria ubicada junto a la puerta de madera de la casa en donde funcionó Sociedad Artística e Industrial de Pichincha.