domingo, 19 de febrero de 2017

Edecanes, testigos privilegiados de los secretos presidenciales

Alarcón reemplazó a Abdalá Bucaram en la Presidencia de la República en febrero de 1997, luego de una protesta (foto inferior). Lucio Gutiérrez fue su edecán durante todo el período del Mandatario hasta 1998, cuando llegó Jamil Mahuad. Archivo / EL COMERIO

10 de enero del 2015
Diego Bravo C. (C)

Llevan un cordón dorado que cuelga entre el hombro y el segundo botón de la chaqueta del uniforme militar 4A o formal. Se llama ‘aiguillete’ y es la insignia tradicional que portan únicamente los edecanes.

No todos los militares pueden ocupar ese cargo, sino solo los tenientes coroneles que hasta ese grado hayan acumulado las mejores calificaciones en los cuarteles. El promedio de 19,8 sobre 20 que tenía Lucio Gutiérrez durante su carrera militar lo llevó a ocupar ese puesto cuando Abdalá Bucaram se posesionó como presidente el 10 de agosto de 1996.

Ese día, el oficial se paró sobre la alfombra roja en el Pleno del Congreso y acompañó al Primer Mandatario por primera vez hasta que fuera destituido a inicios de febrero de 1997. Tras seis meses de Gobierno había conmoción. La gente pedía la salida Bucaram. En los últimos días del mandato, el entonces teniente coronel dejó el traje formal, se vistió de camuflaje y dirigió el operativo para evitar que los manifestantes ingresaran al Palacio.

Era 7 de febrero de 1997 y esa noche ayudó al Jefe de Estado para que saliera de Carondelet de forma secreta y lo trasladaron en avión a Guayaquil. Allí le notificaron que los militares le retiraron el respaldo. En esos momentos, Gutiérrez se quedó en Quito, pero a Bucaram lo acompañaba su otro edecán: el oficial de la FAE Leonardo Barreiro, quien 17 años después fue nombrado Jefe del Comando Conjunto de las FF.AA., el máximo organismo que hay entre los militares.

El 22 de diciembre, la Asamblea aprobó las reformas a la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas. Con ello, solo el Presidente de la República tendrá edecán. Julio Estrella / EL COMERCIO

El jueves, Bucaram habló con este Diario desde Panamá. Eufórico recordó a su edecán Barreiro. “Fue muy leal hasta el último. Me acompañó hasta mi casa y vio cómo me quitaron la seguridad y me abandonaron”. El edecán se alejó de él y ello ratificó que dejó de ser Presidente…Tras un hecho como este, el edecán se presenta en la Comandancia de la Fuerza a la que pertenece. Allí le dicen si continúa en el cargo o si le asignan otra función. En el caso de Gutiérrez, le indicaron que seguía, pero con el presidente interino Fabián Alarcón.

Ahora, el expresidente se dedica a actividades particulares. En su despacho, en el centro-norte de Quito, habló de lo que son los edecanes y cree que son un símbolo de las FF.AA. junto al Gobierno. Pero advierte que “su principal tarea es práctica: garantizar la seguridad”.

¿Qué hay detrás de la figura de los edecanes? ¿Ellos son el símbolo del poder militar en los gobiernos? El coronel en servicio pasivo del Ejército Gustavo Lalama acompañó al mandatario Sixto Durán Ballén desde 1992 hasta 1994. Su lema es “lealtad y discreción” ante la información reservada que se maneja en la Presidencia y las intimidades del Jefe de Estado.

Recibe a este Diario en su casa y asegura que los oficiales de este tipo son la presencia de las Fuerzas Armadas con el poder. Admite que con Durán Ballén son amigos hasta ahora. Lo mismo ocurre con Juan Villegas. Ahora, él es coronel en servicio pasivo y fue edecán de Gutiérrez en su etapa de Primer Mandatario.

Anda tenía 44 años cuando trabajó junto al comandante de la Fuerza Terrestre general Telmo Sandoval (izquierda). En la imagen aparece junto al general en una mina ubicada en el paralelo 38. Límite entre Corea del Sur y del Norte.
En su casa conserva una foto en la que el Jefe de Estado le agradece por su labor. Cuatro meses antes de que Gutiérrez fuera destituido, Villegas pasó a otra unidad militar. Comenzaba el 2005 y el panorama se complicaba: se había designado a la ‘Pichi’ Corte, que permitió el retorno de Bucaram, y las protestas se agravaban.

Gutiérrez recuerda que en el día de su salida, el 21 de abril de ese año, su ayudante militar ya no lo acompañó en Carondelet y estaba solo. Pasado el mediodía, soldados junto a dos altos oficiales acudieron a su despacho y le pidieron salir en helicóptero. “Eran como 50 y a empujones me sacaron”.

Hasta diciembre del año pasado, los edecanes eran designados con base en la anterior Ley de Personal de las FF.AA (art. 45). Así fue elegido el coronel Jaime Anda para acompañar al excomandante del Ejército general Telmo Sandoval, en 1999.




Anda tenía 44 años cuando trabajó junto al comandante de la Fuerza Terrestre general Telmo Sandoval (izquierda). En la imagen aparece junto al general en una mina ubicada en el paralelo 38. Límite entre Corea del Sur y del Norte.   
También eran tiempos de agitada convulsión política tras el feriado bancario. En una ocasión, Anda tuvo que ir a ver a su jefe en un helicóptero porque las calles de Quito estaban bloqueadas y el piloto de la aeronave aterrizó en las canchas de la vivienda del general.

Luego, el entonces edecán fue agregado militar de Ecuador en EE.UU. y allí se enteró de la caída de Jamil Mahuad, el 21 de enero del 2000. La situación de los edecanes cambió desde las 18:00 del 22 de diciembre pasado.

Esa tarde, la Asamblea Nacional aprobó la reforma a la Ley de Personal. Con ello, solo el Presidente de la República tendrá un edecán; él lo designará y verá el tiempo que permanecerá en el cargo… Los titulares de otras Funciones del Estado no tendrán ese acompañante.

En la Escuela Superior Militar de Parcayacu, Juan Villegas acompaña al Primer Mandatario en un vehículo todoterreno del Ejército durante una ceremonia por el aniversario de la Batalla de Pichincha. Él fue edecán de Lucio Gutiérrez por dos años.

http://www.elcomercio.com/actualidad/historias-edecanes-secretospresidenciales-testimonios-ecuador.html

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