Isabel
Cabrera busca a su madre que tenía alzhéimer cuando desapareció el 29 de abril
del 2011 en la capital. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
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Los casos
de alzhéimer son más recurrentes
21 de
septiembre de 2016
Diego
Bravo Redactor (I)
Leonor
Ramírez tenía 73 años cuando desapareció. La tarde del 29 de abril del 2011,
salió de su casa ubicada en las calles 5 de Junio y Tejada, en el Centro
Histórico de Quito, para visitar a su hija que vivía en La Tola, pero nunca
llegó a su destino.
Antes le
diagnosticaron alzhéimer, una enfermedad que afecta la memoria de los adultos
mayores. “Ya se había extraviado. Por suerte, en esa ocasión, los policías la
encontraron deambulando en el barrio Ponciano, en el norte de la capital, y
recordó cómo llegar a su casa. La última vez ya no fue así”, manifiesta Isabel
Cabrera, hija de Ramírez.
Este
miércoles 21 de septiembre de 2016 se recuerda el Día Internacional del
Alzhéimer y en Ecuador existen más de 100 000 pacientes con esa enfermedad y
otras demencias, según datos difundidos por la Asamblea Nacional. “Muchos no
diagnosticados por el pensamiento tradicional de que los problemas de la
memoria son normales en la vejez”, se indica en el Hospital del Adulto Mayor.
En esa
casa de salud, este mal representa la segunda causa de consulta en las personas
mayores de 65 años, tras los problemas articulares. En la red del Ministerio de
Salud hubo 1 521 pacientes con alzhéimer en 2014 y 2015. 531 fueron hombres y
990 mujeres.
A escala
mundial hay cerca de 46,8 millones de personas con demencia, que es la
disminución en la función cognitiva o capacidad mental de pensar, razonar y
recordar, según el último informe de la organización Enfermedad Internacional
de Alzhéimer (ADI por sus siglas en inglés).
Entre el
60 y 80% de esa cantidad tienen alzhéimer y es el principal problema de los
adultos mayores, cuya incidencia se duplica cada década por encima de los 60
años. En el reporte se proyecta que, hasta el 2050, la cantidad de pacientes en
el mundo se incrementará a 131,5 millones.
De esa
cantidad, explica Walter Salvador, director de Trascender con Amor, Servicio y
Excelencia (TASE), una fundación que brinda apoyo a personas con problemas de
demencia, los afectados serán quienes nacieron en las décadas de 1980 y 1990.
Por eso, pide que por este día haya mayor conciencia sobre las necesidades de
los adultos mayores.
Para la
psiquiatra argentina Sonia Pawluczyk, lo recomendable para evitar la demencia
es que la gente se alimente de forma sana en la juventud. Y en Ecuador los
casos son cada vez más recurrentes. Lo explica María Soledad Chiriboga, médico
geriatra del Hospital del Adulto Mayor.
Señala
que los primeros síntomas son la dificultad para recordar nombres, palabras o
ideas. Luego viene el olvido de hechos o conversaciones recientes y la dificultad
para desempeñar actividades laborales o sociales. Conforme avanza la enfermedad
se proporciona medicinas que tienen un costo mensual entre USD 60 y 70. Las
dosis vienen en pastillas o parches que se suministran diariamente.
“Trabajamos
con tres tipos de medicamentos (...) Se entrega en los estadios leves y
moderados de la enfermedad. Sirven para ralentizarla, no hay cura”. También
requieren de terapias. Leonor Ramírez no siguió esos tratamientos. Sus
familiares cuentan que iba a comenzarlos cuando se extravió. La han buscado en
albergues y hospitales. Cabrera cuenta que una vez le llamaron desde Ibarra
para decirle que la encontraron, pero era otra señora.
Juanita
Rosero sigue de cerca los tratamientos de su madre, de 85 años, a quien le
diagnosticaron alzhéimer en julio de 2016. Cuenta que se olvidaba de los días
de la semana. No recordaba dónde guardaba el dinero. Una vez, la señora quería
a viajar a Salcedo (Cotopaxi), pero tomó el bus equivocado.
Del
cuello de la paciente cuelga una identificación. Es una placa en la que se
especifica la enfermedad, edad, domicilio y números telefónicos de parientes.
Chiriboga dice que es lo más recomendado para que los pacientes de alzhéimer
sean localizados si se pierden.
También
hay otros implementos más caros que se comercializan en el país para ayudarlos.
Joffre Palacios es gerente de la compañía GPS Smart Sole, que importa
plantillas con GPS. Estas fueron diseñadas solo para pacientes con alzhéimer.
Cuenta
que valen USD 399 y vienen con cargador. La batería dura un día y medio. USD 36
mensuales se paga por el sistema de rastreo satelital. En otros países se
venden pulseras, relojes y otros rastreadores. En Nueva York, una niña de 12
años diseño una aplicación para celulares para que la gente con alzhéimer identifique
a sus allegados.
El
proyecto es piloto y se estudia su implementación. Pero no todos tienen
recursos para estos equipos. Es el caso de Leonor Ramírez. Ella trabajaba
desgranando alimentos en el mercado. Antes, ella lavaba ropa para vivir. Su
hija era mesera en una cafetería cuando desapareció y no podía comprar esa
clase de aparatos.
Señala
que la búsqueda ha sido dolorosa, más cuando su padre murió seis meses después
de la desaparición. No superó la ausencia de su esposa...