¿Qué ocurrió con Samuel Chambers en Guápulo? 12 meses de impunidad
La vivienda, en Guápulo, donde vivía Samuel Chambers. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO |
Diego Bravo Carvajal
Este domingo 28 de octubre del 2018 se cumple un año de la desaparición del activista Samuel Chambers, cuyo cadáver fue encontrado en un bosque de Guápulo el 7 de noviembre del 2017. Ha transcurrido un año de ese hecho y los allegados de la víctima todavía lo recuerdan como una persona amigable y un gran artista. A continuación, sus testimonios:
Noviembre de 1996. En las aulas de la guardería del Centro Comercial Ipiales Mires se escuchaban las risas y los juegos de un niño de 4 años, quien sentía una fascinación especial por los animales, especialmente los conejos. También hacía dramatizaciones artísticas y arrancaba sonrisas a la gente con sus ocurrencias.
Era Samuel Chambers. Permanecía en ese lugar mientras su abuela, Elsa Mendieta, laboraba en su local de venta de ropa. "Lo llevaba a ese lugar desde que tenía 2 años". Lo recuerda como un pequeño vivaz y alegre, se destacaba por ser uno de los mejores estudiantes en las clases de motricidad fina y manualidades.
Con ella coincide una de sus maestras, María Luisa Muñoz, quien actualmente es la directora de ese centro. "Era un niño de rizos dorados, muy hábil con sus manos. Cosía súper bien y rápido en las clases de desarrollo motriz, lo cual nos impresionaba. Era muy querido". Ambas aseguran que, debido a sus destrezas con las manos, Samuel desde pequeño demostraba tener dotes para ser un gran artista y así lo recuerdan hasta hoy.
La maleza cubrió a las plantas ornamentales en la casa de Samuel Chambers. Foto: Diego Bravo Carvajal. |
Este domingo 28 de octubre del 2018 se cumple un año de la desaparición del joven ambientalista y defensor de los animales, cuyo cadáver sin cabeza fue localizado en una quebrada ubicada en Guápulo el 7 de noviembre del 2017. Sus vecinos lo vieron con vida días antes, en uno de sus recorridos nocturnos, cuando caminaba por una quebrada de Guápulo, en donde se instaló a vivir.
El caso actualmente se encuentra en investigación previa y en la impunidad, explica Jorge Luis Ortega, abogado de la familia materna. "La investigación va lenta ya que hay escasos expertos en temas investigativos. Asimismo, el tema burocrático afecta". Por eso, "no hay respuestas claras ante este lamentable delito".
Hay hipótesis que se indagan. "Se hizo nuevamente un barrido en el sector, así como otras experticias. Se pidió la autorización judicial de exhumar los restos de Samuel. Ya está autorizado para hacerlo y otros exámenes, pero no hay algo que nos dé luces para establecer un responsable".
Cuestionó la investigación realizada por las autoridades. Por ejemplo -argumenta Ortega- no se respetaron protocolos ni cadenas de custodia. Gente no autorizada ingresó a la casa de la víctima, lo cual afectó las pesquisas. "Cuando se quiso hacer un levantamiento de evidencias, ya todas las escenas estaban manipuladas".
Lo mismo opinó Javier Andrade, abogado de la familia paterna. "Un año después, no tenemos respuestas de lo que le pasó. Para nosotros es de interés que el Estado, a través de sus órganos de justicia e investigación, que se informe a la familia sobre lo que ocurrió, la verdad de los hechos".
Este Diario visitó por fuera la casa en donde vivió el joven activista. Desde las ventanas se observa que la maleza ha crecido y ha tapado los platos de comida de los animales que él cuidaba. Afuera hay una bañera, macetas con plantas ornamentales secas, un lienzo y plásticos regados por el piso. Un ambiente de misterio envuelve a ese lugar rodeado de árboles y vegetación. La puerta metálica negra está intacta con un candado. Nadie puede ingresar allí.
Un año después, los vecinos recuerdan a Chambers como una buena persona, educada que saludaba con la gente. Como todos los allegados del joven, esperan que se haga justicia en este caso aunque las indagaciones han avanzado poco. En la actualidad, cuentan que gente desconocida suele acudir a ese lugar y luego se va.
De otro lado, al cumplirse un año de la desaparición, la familia del joven lo recuerda como un gran artista. Pintó los murales del bar que su tía, Mariuxi Rosas, abrió en el sector de La Mariscal. Ella lo recuerda con alegría y tristeza al mismo tiempo ya que, el próximo 25 de noviembre, Samuel cumpliría 26 años y no logró su sueño de estudiar agronomía en la universidad.
Ella se tatuó la imagen de su sobrino en el brazo izquierdo para recordarlo. Siempre lo consideró su hermano menor. Junto esa imagen lleva una pulsera de varios colores que Samuel le hizo a mano. Era un artista que elaborada artesanías y así recorrió Sudamérica como mochilero.
Un ambiente de misterio rodea la casa de Samuel Chambers, en Guápulo. Foto: Diego Bravo Carvajal . |
Homenaje a las víctimas y desaparecidos en la Asamblea Nacional
La organización Desaparecidos en Ecuador (Desendor) organizan este fin de semana un acto conmemorativo y la inauguración de sus oficinas. Será mañana sábado 27 de octubre del 2018 en el auditorio múltiple de la Asamblea Nacional.
En este acto se recordará a las víctimas de muertes violentas y personas desaparecidas. Los allegados de Samuel Chambers acudirán a este acto para recordar el aniversario de su desaparición y muerte.
https://www.elcomercio.com/actualidad/muerte-samuel-chambers-impunidad-guapulo.html
Yessenia Rosas, mamá de Samuel Chambers: 'La muerte de mi hijo no puede quedar en la impunidad'
Yessenia Rosas, madre de Samuel Chambers, viajó a Quito para estar presente en un homenaje realizado al activista. Foto: Diego Bravo/ EL COMERCIO |
Diego Bravo Carvajal
El pasado 28 de octubre se cumplió un año de la desaparición
del activista quiteño Samuel Chambers, cuyo cadáver fue hallado el 7 de
noviembre del 2017 en una quebrada de Guápulo. El pasado fin de semana, en la
Asamblea Nacional, la organización Desaparecidos Ecuador (Desendor) lo recordó
durante un emotivo homenaje en el que estuvo la madre de la víctima, Yessenia
Rosas. Ella vive en Argentina y viajó para estar presente. Narra su testimonio de cómo ha vivido el
último año sin Samuel:
"Con mi hijo teníamos una conexión muy especial,
siempre estaba pendiente de él. Éramos cómplices. No usaba teléfono celular y
cuando se desaparecía lo llamaba con la mente. Desde mi interior le preguntaba
¿dónde estás?, le pedía que vuelva a casa y él inmediatamente estaba allí.
Por eso, en los días de su desaparición, tuve un ataque de
pánico y convulsiones. Ocurrió entre el 27 y 28 de octubre del 2017 cuando se
conoció la noticia de su desaparición. Estuve hospitalizada, botaba espuma por
la boca.
Es muy difícil aceptar lo que pasó, me cortaron parte de mi
corazón. Era mi hijo mayor. Yo vivo en Argentina con sus hermanos menores. Él
tenía previsto viajar a ese país para estudiar Artes en la Universidad de
Buenos Aires, pero apareció la opción de seguir agronomía en Ecuador y estaba
en ese trámite.
Hablábamos mucho, nos comunicábamos sobre el tema de sus
estudios. Ese era su propósito. Más allá de eso, su vocación fue el arte, la
escultura, la pintura. Leía mucho, principalmente cuentos. La última vez que
conversamos me dijo estaba alistándose para viajar a Argentina.
Luego vino la mala noticia, una situación muy terrible. Lo
recuerdo como alguien muy cariñoso. Me llevaba flores cuando iba a casa. Las
recolectaba para obsequiármelas. Lo hacía también para mi madre. Era muy
generoso. La muerte de mi hijo no puede quedar en la impunidad.
Le exijo a la Policía que si ellos no tienen el personal
apto para realizar las pericias, pidan ayuda internacional de peritos o
antropólogos extranjeros. Es una vergüenza que existan este tipo de muertes y
sigan en la impunidad. No puede ser. Solicitamos que la muerte de mi hijo y
otros casos de desaparecidos se esclarezcan. Se trata de gente con familia, con
sueños, esperanzas que amaban su vida".